El click.

La vida es corta, y parece que todavía no nos damos cuenta de eso. Nos ponemos mal por millones de pelotudeces y no sabemos separar los problemas verdaderos, de los sin sentido. 
A veces llegamos a un punto que tenemos que perder algo, y aunque en un momento lo vemos como lo peor del mundo, después caemos en cuenta de que valía la pena porque nos esperaba algo mejor. Por ejemplo,a mi me "desapareció" algo, si, con millones de comillas, y si bien después lo recuperé, me di cuenta que estoy rodeada de gente  con la que puedo contar, y que valen la pena, y eso me abrió la cabeza.
No todo es negro, ni hay que meter a las personas en la misma bolsa. Es como cuando estás con algunas personas y de a poco te vas apartando, al principio da pena, pero lo que no nos damos cuenta es que seguro estamos conociendo a algunas mejor, y eso hace bien.  No tenemos que estar encerrados siempre en la misma burbuja. Las personas cambian, y con eso también sus actitudes, y no podemos esperar que sean los mismos siempre.
De a poco me doy cuenta que aunque todos digan que hay que dar sin recibir, las relaciones no deberían ser así, y en mi caso siento que muchas veces doy más, o estoy más presente de lo que debería, y muchas veces no se valora, entonces ¿Para qué seguir con eso? No necesitamos gente que nos pudra la cabeza, necesitamos gente que la limpie. Hay que empezar a reírse más y llorar menos. Hay que empezar a alejarse de todo eso que nos hace un mínimo mal y gastar tiempo en cosas o personas que valgan la pena, porque si no, los únicos que salimos lastimados somos nosotros mismos.